-Jacqueline Piatigorsky y su marido-
En la primera Olimpiada de Ajedrez femenina, celebrada en Emmen (1957), Jacqueline consiguió la medalla de bronce en el segundo tablero.
En la primera Olimpiada de Ajedrez femenina, celebrada en Emmen (1957), Jacqueline consiguió la medalla de bronce en el segundo tablero.
Benefactora del ajedrez
La ocupación nazi de Francia, obligó a la familia a trasladarse a los Estados Unido. Pasada la guerra Jacqueline, a diferencia de sus padres, hermanos y hermanas, decidió no regresar a Europa. A los 40 años de edad , insatisfecha con limitarse a criar a sus dos hijos, aprendió a pilotar aviones. Varias veces fue el campeona del Abierto de Tenis de EE.UU., también se dedico a la escultura, y se convirtió en una de las mejores ajedrecistas del país durante casi dos décadas.
Su cada fuer frecuentada por artistas, llego a jugar contra Marcel Duchamp. Sus mayores éxitos sobre el tablero fueron una medalla de bronce en la Olimpiada de 1957 y un segundo puesto en el campeonato femenino estadounidense de 1965.
Bent Larsen y Bobby Fischer, observados
por el matrimonio Piatigorsky en Santa Mónica.
Dos años más tarde organizó la primera copa Piatigorsky, con una bolsa por primera vez de 10.000 dólares y la presencia, de dos soviéticos, el campeón mundial Tigran Petrosian de Armenia y el legendario Paul Keres de Estonia, que acabaron compartiendo el primer puesto. Lo meritorio de aquello es que hasta entonces la Unión Soviética no permitía que sus mejores jugadores fueran a los Estados Unidos.
La segunda "Copa Piatigorsk" se efectuó en Santa Mónica en 1966, ganada por Boris Spassky, con Bobby Fischer en segundo lugar, en un prólogo del famoso enfrentamiento por el título mundial de 1972. La patrocinadora no solo dobló los premios, sino que ideó un sistema para que las partidas pudieran seguirse con un pequeño retraso en una sala de análisis.
Murió recién cumplidos los 100 años. Dejó a dos hijos, cinco nietos y diez bisnietos, además de miles de jóvenes que se iniciaron en el ajedrez gracias a ella. Una vida plena
No hay comentarios:
Publicar un comentario